Querido papá:
En estas palabras quiero expresarte todo mi amor y gratitud.
Los años y la vida nos dejan un sinsabor de..."pude haber hecho algo más por tí".
Pues nada es suficiente para alguien que lo dio todo por amor.
No puedo comenzar sino dándole gracias al Señor por su inmensa bondad, al habernos regalado un papá como tú.
Fueron pocos los 10 años, en que casi a diario, tuve la cercanía de tu presencia; los suficientes para impregnarle a mi vida rasgos importantes de tu personalidad.
-Como no recordarte buscando siempre hacer lo mejor, casi la perfección, en cualquier tarea, desde la más simple: en los quehaceres de la casa, en el campo, con los operarios, la ganadería, con tus amigos, en tus diversiones y en la manera tan particular de tu presentación personal: en tu postura y elegancia. Debía ser también el sello de su hija, y a través de ella, trascender a los suyos y a los demás. Es un reto que debo alcanzar.
-Jóven aun recorriste otros confines, no solo Cajatambo y sus alrededores. Me decías, eso abre la mente y puedes tener otras expectativas. Tu mayor frustración era no haber ingresado a la universidad como era tu anhelo y ser un profesional. Hoy, no solo yo lo reconozco, también quienes te conocieron, a carta cabal tuviste muchas profesiones...arquitecto, ingeniero civil, agrónomo, administrador, chef, diseñador de moda y alta costura.
-Papá, al recordarte traes a tu memoria varias de tus innovaciones.
Capitanía y tarde taurina: Con data no registrada se hacían las corridas de toros, teniendo como responsable a un comisario, de cada una de las cinco comunidades que alternativamente asumían ese compromiso. Entonces, cada comisario ingresaba a la plaza acompañados por dos varones. Para ti, le faltaba algo, le faltaba sabor; tuviste que soñar y diseñar con Felipa, la señora costurera (quien luego sería tu suegra). Y terminaste dándole el toque español: con manolas de mantillas, peinetas y mantones de Manila, a caballo, también con cordobeses y gitanos.
Que manolas para lindas, Delia tu cuñada, tu hermana Magda y la tía Agustina las primeras damas de la historia de Cajatambo. Igualmente, la primera cordobesa mi madre con el atuendo típico desde el sombrero, que se conservaba en el depósito y con el que jugábamos. Con el paso del tiempo nos traerían recuerdos imperecederos que rasgan el corazón.
Contabas con el apoyo y temperamento festivo de tu madre, la abuela Elisa.
Los primeros Capitanes, tú y mi tío David, con fiestas de una semana, que terminaban con el huma jiray; una costumbre que era un pretexto para justificar un día más de celebraciones.
Fundo Andahuaylas-Huatanay: Con chacras no todas heredadas, también adquiridas con mucho sacrificio.
Con poca agua debías mejorar la irrigación con la construcción de un estanque. Y lo hiciste, para su época obra monumental. Almacenaba agua suficiente para los potreros de Santa Rosa, Santa Felipa, Santa Elisa, San José del Carmen, San Víctor, San Teófilo, y el parque María Magdalena. Tendría luego un establo con comedero, forrajes nuevos como la festuka y el raigrás.
Casa Tacna 112: No había nacido Chin y nos mudamos a la nueva casa. Papito, hoy te admiro mucho más: la diseñaste, la construiste y la decoraste. En Cajatambo, el primer chalet de dos pisos, con dos ingresos, jardín exterior e interior, con agua, desagüe y servicios higiénicos. Asimismo, con cocina, depósito, comedor de diario y comedor principal, sala, dormitorio de huéspedes, hall, cuarto de costura, escritorio y dormitorios.
Tarde de invierno: Recuerdos y más recuerdos...después del almuerzo me veo en tus brazos, aprendiendo con suma delicadeza a bailar el vals. Las lecturas de "Naricita", "Tradiciones peruanas", "El viejo y el mar", "El mundo es ancho y ajeno" (y a escondidas, "La ciudad y los perros" y "La casa verde").
Brown swis y Holstein: Por primera vez razas nuevas de ganado vacuno. Pude ver la ansiosa espera de mamá. Te tomó casi un mes llevarlos a Cajatambo, deteniéndote para aclimatarlos a las diferentes altitudes. Los subiste del fundo de los Uranga casi al nivel del mar. Guardo memoria de Papushco y Huascarán, los reproductores. Amapola, Violetera, Fetiche, con los que empezaste la mejora del ganado vacuno.
Casi sin adarme cuenta los minutos pasan cuando converso contigo.
Me dieron un tiempo, pero creo que lo sobrepasé ya.
Antes de despedirme quiero compartir algunas menciones.
-Pumarinri y Yanapampa, con las ovejas merinos y las vacas sin cria.
-Fuiste presidente del Comité pro carretera Pamplona-Cajatambo
-Siendo alcalde te veo dedicado al arreglo de las calles
-Santa Elisa de Altuscancha, tu denuncio minero
-El proyecto de irrigación Lamas
-Tu labor en la defensa ribereña del Río Santa, después del alud de Ranrairca en Huaraz.
Sé que sonries, me besas y me dices:
"Maye, tienes algo de mí"