miércoles, 20 de noviembre de 2013

CANTO A MACCHU PICCHU

(1904-1973)

Cuentan quienes lo acompañaron que, gordo como era, apenas al llegar y mirar exclamó: "¡Qué buen lugar para comerse un chanchito asado!". Incluso, herido por aquellas palabras, el discreto poeta cuzqueño Luis "El Cholo" Nieto -confesó que pensó- con ira y decepción: "Para qué habremos traído a este cojudo".
Sea como fuera, no hubo chanchito sino fiambre y después un poema grandioso. Un poema tan macizo y majestuoso como las piedras y construcciones que lo inspiraron: "Alturas de Macchu Picchu".
Por mi parte, cuando "Los Jaivas" visitaron Lima en 1985, en un alto de sus presentaciones en el estadio de la UNI, tuve el ingenio y sobre todo el entusiasmo de acercarme al cantante del grupo: El Gato Alquinta. Cordial aceptó mi intrusión y pude hacerle una sola pregunta: "¿Qué le ha parecido a Matilde Urrutia, la viuda de Neruda, la grabación que han hecho de 'Alturas de Macchu Picchu'?". Luego de escucharme, El Gato me miró con sus intensos ojos verdes y respondió: "Ella ha sido franca: dice que no le gusta mucho. Pero también nos ha dicho que está segura que a Neruda si le hubiera gustado". 
Años después El Gato murió. Pero vive en su canto. Igual que Neruda, grande y grandioso como Macchu Picchu.



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