lunes, 17 de junio de 2013

UN HÉROE, UNA CARTA




Monitor Huáscar, 8 de Mayo de 1879

Muy querida esposa:


… Como la vida es precaria en lo general y con mayor razón desde que va uno a exponerla a cada rato, en aras de la patria, en una guerra justa, pero que será sangrienta y prolongada, no quiero salir a campaña sin antes hacerte por medio de esta carta varios encargos; principiando por el primero, que consiste en suplicarte me otorgues tu perdón por si creyeras que yo te hubiera ofendido intencionalmente.

El segundo se contrae a pedirte atiendas con sumo esmero y tenaz vigilancia a la educación de nuestros hijos idolatrados. Para lograr este esencial encargo debo avisarte, o mejor dicho recomendarte que todo lo poco que dejo de fortuna, se emplee en darles toda la instrucción que sea posible; única herencia que siempre he deseado dejarles. Esta es pues mi única y última voluntad, que te ruego encarecidamente observes con religiosidad, si es que la súplica de un muerto puede merecer algún respeto.

... me lisonjea la idea que al separarme de este mundo, tengan mis hijos un pan que comer; pues no dudo que la Nación te otorgue por lo menos mi sueldo íntegro, si es que muero en combate. Nada mas tengo que pedirte, sino que me cuides a mis hijos y les hables siempre de su padre. Con un abrazo eterno se despide tu esposo

Miguel Grau.

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