(1891-1951) |
"Serás, amor, un largo adiós que no se acaba", escribió. Para no pocos fue autor de la más intensa y hermosa poesía amorosa del idioma español del siglo XX. Poeta y ensayista para la posteridad, docente en universidades europeas y norteamericanas para sus contemporáneos, Pedro Salinas fue un profesor que nació en España (Madrid) y murió en los EEUU (Bostón). Pulcro y apasionado, sin embargo, fue mucho más de lo que la vida lo obligó a ser. Y por eso, a pesar y contra, semejante a una linterna que refulge más allá de la ausencia de su creador su voz luminosa y fraterna perdura. Nos acompaña. Nos nombra y gratifica.
"No habrá ser humano completo, es decir, que conozca y se dé a conocer, sin un grado avanzado de posesión de su lengua. Porque el individuo se posee a sí mismo, se conoce, expresando lo que lleva dentro, y esa expresión solo se cumple por medio del lenguaje...Hablar es comprender y comprenderse, es construirse a sí mismo y construir el mundo. A medida que se desenvuelve este razonamiento y se advierte esa fuerza extraordinaria del lenguaje en modelar nuestra propia persona, en formarnos, se aprecia la enorme responsabilidad de una sociedad humana que deja al individuo en estado de incultura lingüística.
En realidad, el hombre que no conoce su lengua vive pobremente, vive a medias, aun menos"
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