En la vida, con no menos pavor, experimentamos lo sublime y lo
aterrador. Para trascenderlo recordamos y escribimos. Sin embargo, al
ver (y verme) en estas imágenes resulta evidente que la poesía no puede
estar hecha solo de palabras .
Creo que la vida es una coincidencia que debemos celebrar, a pesar de la fatalidad de nuestras existencias. Pues, es fatal, precisamente porque nos acostumbramos a vivir olvidando que debemos dejar de hacerlo.
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