(1895-1979) |
Víctor Raúl Haya de la Torre fue el político más importante del Perú en el siglo XX; no obstante, la única presidencia que -parcialmente- llegó a asumir fue la de conducir la Asamblea Constituyente de 1978-1979. Fue el primer y postrero galardón cívico de su prolongada actuación politica. He aquí el breve recuento de las paradójicas circunstancias de aquella etapa final de su vida.
El 18 de junio de 1978 cinco millones de peruanos -después de doce años desde la última consulta municipal de 1966- fueron convocados a sufragar. Hecho el computo final de los resultados, Haya de la Torre, luego de encabezar una ardua campaña electoral a los 83 años, fue el indiscutible ganador con el respaldo personal de más de un millón de votos.
Entonces, durante las Fiestas Patrias de aquel año, y precisamente en el día jubilar, le tocó protagonizar uno de los momentos más emotivos de su existencia (y la vez uno de los más significativos del siglo XX en el Perú) al ser recibido y reconocido en el local del Congreso de la República, conforme a su investidura, con los más altos honores mientras en Palacio de Gobierno los militares gobernantes observan expectantes (y según Javier Silva Ruete, entonces ministro de economía) algunos incluso conmovidos hasta las lágrimas.
En un banquete junto con Vallejo |
Merecidos honores |
Meses después, una noche del verano de 1979, antes de partir a los EEUU para ser tratado de urgencia decidió dirigirse al Congreso. Al verlo aparecer sorprendidos los asambleístas lo recibieron puestos de pié: “He venido, les dijo, a pedir que no desmayen. Seguramente con imperfecciones, pero estamos haciendo una gran Constitución para un país libre y justo, una Constitución capaz de envejecer y renovarse a sí misma y, lo más importante, de defenderse frente a los enemigos de la democracia. Pido a ustedes que sigan adelante. Queda Luis Alberto Sánchez como capitán de esta nave hasta que salga la nueva Constitución. Muchas gracias a todos”.
Semanas después, el 12 de julio de 1979, a los 84 años postrado por una lenta agonía Haya alcanzó todavía rubricar la Constitución que el pueblo le encargó dirigir.Días después, el 2 de agosto a las 10 y 45 de la noche su cansado corazón cesó de latir.
Cementerio de Miraflores. Trujillo. |
Vida:
1 comentario:
Por qué cobro un sol por la constitución? .. porfi explicarlo c:
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