jueves, 3 de diciembre de 2009

ARGUEDAS Y FAULKNER


“Te ruego me mandes Palmeras Salvajes y algún otro libro que tú creas que debo leer, por certificado y bien empaquetadito como para que no se malogre”.
                                                                                                        Sicuani, 4 de Abril de 1941


“Empecé a leer Palmeras Salvajes, es hermoso y de lo más original que he leído”.
                                                                                                        Sicuani, 25 de Mayo de 1941


“En este tiempo terminé de leer Palmeras Salvajes…!Qué hermoso es Palmeras! Me conmovió de tal manera que muchas noches no pude dormir con la imagen de los personajes y porque estaba dominado por el ambiente y el estilo maravilloso de la obra. ¿No te parece que es una novela revolucionaria, esencialmente revolucionaria? Muy pocas veces he leído una descripción más desgarradora, más terrible de la miseria que vive la gente que no puede encontrar trabajo en un país inmenso como E.U. ¿Te acuerdas de aquellas escenas en las minas de Utah? ¿De los polacos? ¡Qué hermoso, qué espantosamente triste es! He sentido verdaderamente asomarse las lágrimas a mis ojos durante todo el relato; ese amor infinito en aquel ambiente helado y solitario, sobre esa nieve implacable; ese infinito amor de dos personas infinitamente desgraciadas. No podía decirte si he leído algo más tremendo de hermosura, ni nada más cruel y acusador”.
                                                                                                          Sicuani, Setiembre de 1941

Fragmentos de las cartas escritas por José María Arguedas a su amigo, ‘’mi verdadero hermano”, Manuel Moreno Jimeno.

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