jueves, 14 de octubre de 2010

EL TRIBUNO Y EL ESTADISTA


La tarde del 5 de junio de 2002, en la ceremonia de homenaje que se llevó a cabo, ante el cuerpo yacente de quien fuera dos veces Presidente de la República y a la vez el mayor constructor de carreteras en el Perú, el congresista cusqueño Daniel Estrada Pérez descendió de su escaño y sin el auxilio de papel alguno pronunció el discurso fúnebre más memorable de cuantos se han dicho, y se dirán, en tributo del arquitecto cuya expresión emblemática fue siempre un mismo gesto y una sola palabra: “¡Adelante!”




Señor Presidente Constitucional de la República, señor Presidente del Congreso, señor Presidente de la Corte Suprema, señor Presidente del Tribunal Constitucional, dignísimo ex Presidente de la República, señor Presidente del Consejo de Ministros, ministros de Estado, dignos familiares, colegas, señoras y señores.
Presidente Belaunde: En agosto del año pasado, bajo su tutelar mirada, un grupo de ciudadanos honrados por la patria como sus representantes formamos la Unión Parlamentaria Descentralista.
En nombre de los congresistas de Acción Popular -su partido-, del partido democrático Somos Perú y de la Unión por el Perú, les ofrezco a los familiares, amigos y militantes de Acción Popular nuestro más sentido pésame.
A usted, ex Presidente, quiero mostrarle mi sentimiento y mi pensamiento de peruano, porque cuando parte un demócrata hay que recordar su vida y su obra.
La vida de Belaunde tiene la impronta del viajero que supo impregnarse de las piedras angulares y eternas de los andes; tiene, también, la presencia señera y permanente del mar, de la selva, de las playas del Perú.
Belaunde apuñó en su formidable consistencia el pasado del Perú y por entenderlo, por saberlo en su proyección diversa y múltiple, supo, también, tener la visión del Perú, del futuro.
Por eso es que Belaunde, a brazo limpio, abrió las grandes trochas de la selva por donde transita un nuevo Perú; por eso, construyó, por eso es que en cada villorrio, por eso es que en cada recodo del camino del Perú habrá hasta el día de hoy una placa que diga: "El pueblo lo hizo" y porque Belaunde supo inyectar en nosotros algo, inmensamente, inconmensurable en cada uno de los que están aquí, el sentido perpetuo de la patria y de la peruanidad.
Gracias, Presidente, gracias por todo.

Hoy parte usted. ¡Peruanos, abran camino! Belaunde marcha, y una hermosa Violeta lo espera: la más bella de todas. Arquitecto, forjador de sueños que se hicieron realidad: ¡adelante!
Continúe, Presidente, que ella lo acompañará en la gloria, en la eternidad a la que tiene usted derecho.

¡Viva Fernando Belaunde Terry!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

César: Emociones se agolpan después de siete años de la partida de Daniel. Le agradezco el recuerdo que hace de él mediante este discurso que pronunció en homenaje al Arq. Belaunde y que usted publica en su blog.
Muchas gracias nuevamente.
Himilce Mora

NUEVO APURIMAC dijo...

gran cesar:la inseigne figura del flaco se enaltece, al perpetuar su decision de unir a los peruanos.
Cuando llegaste al grupo parlmentario que fundo Daniel con Belaunde y Andrade, sabía de tu talento para retomar el hilo histórico.
Hoy tenemos una nueva oportunidad para relanzar el frente amplio. Sigue escribiendo.
Pedro Pinto