lunes, 30 de enero de 2012

SOMBRERITO DE CINTA NEGRA


En las alturas del valle de Ambar,
al pie del cerro Rucupadre,
hay una casita de piedra junto al rio grande
y en la pared de aquella casita
cuelga un sombrero de cinta negra.

Es el sombrero de mi madrecita
el último de todos cuanto lució
aquel sombrero que la distinguió
desde cuando era jovencita
blanco sombrero de cinta negra.

Aquel era un sombrero forastero,
un yuraj warmisucu de ala ancha,
en busca de otro viento y otro aguacero,
cuando un día llegó mi madre a Lascamayo,
trayendo a Cajatambo bajo su sombrero.

Cincuenta años después de aquel día,
madre querida madre amada,
blanco sombrerito de cinta negra,
no existe madre que más quiero
ni sombrero que más prefiero.


1 comentario:

Caballista dijo...

EStrofas que llegan al alma