martes, 26 de noviembre de 2013

PARA BÁRBARA

(1900-1977)
Aunque el tiempo pase. O, precisamente, cuando más pasa el tiempo más celebro haber leído y recordar uno de los más memorables poemas del siglo XX. Un poema para leer, es verdad, pero sobre todo para ver.

Acuérdate Bárbara
Llovía sin cesar en Brest aquel día
Y tú caminabas sonriente
Feliz encantada empapada
Bajo la lluvia

Acuérdate Bárbara
Llovía sin cesar en Brest
Y me crucé contigo en la calle Siam
Sonreías
Y yo también sonreía

Acuérdate Bárbara
Tú a quien yo no conocía
Tú que no me conocías
Acuérdate
Acuérdate pese a todo aquel día
No lo olvides

Un hombre se cobijaba en un portal
Y gritó tu nombre
Bárbara
Y corriste hacía él bajo la lluvia
Empapada embelesada dichosa
Y te echaste en sus brazos

Acuérdate de eso Bárbara
Y no te ofendas si te tuteo
Yo tuteo a todos los que amo
Aunque los haya visto sólo una vez
Tuteo a todos los que se aman
Aunque no los conozca

Acuérdate Barbara
No olvides
Esa lluvia buena y feliz
Sobre tu rostro feliz
Sobre esa ciudad feliz
Esa lluvia sobre el mar
Sobre el arsenal
Sobre el banco d'Oussant

Oh Bárbara
Menuda estupidez la guerra
Que has llegado a ser ahora
Bajo esta lluvia de hierro
De fuego de acero de sangre
Y el hombre aquel que te estrechaba entre sus brazos
Amorosamente
Quizás ha muerto o desaparecido o vive todavía

Oh Bárbara
Llueve sin cesar en Brest
Como solía llover en otro tiempo
Pero no es lo mismo y todo está estropeado
Es lluvia desconsolada de duelo espantoso
Ni siquiera es ya tormenta
De hierro de acero de sangre
Simplemente nubes
Que revientan como perros
Perros que desaparecen
En el remanso de Brest
Y van a pudrirse
Lejos muy lejos de Brest
Y de Brest no queda nada

                                Jacques Prévet (Francia)



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